EDUCACIÓN Y CULTURA

China tiene una larga y rica tradición cultural en la cual ha desempeñado un importante papel la educación. A lo largo de todo el periodo imperial (221 a.C.-1912 d.C.) tan sólo los que tenían una educación tenían posiciones de liderazgo social y político. La primera Universidad se estableció en el año 124 a.C. para formar a los futuros funcionarios públicos en el conocimiento del confucianismo y los clásicos chinos. Sin embargo, a lo largo de la historia muy pocos chinos han sido capaces de llegar a aprender de forma total y correcta el  complejo idioma y su literatura. Se estima que en 1949 tan sólo el 20% de la población de China sabía leer y escribir. Para los comunistas chinos, el analfabetismo era un obstáculo para la promoción de sus programas políticos, por lo que combinaron la propaganda política con el desarrollo educativo.

EDUCACIÓN
Uno de los programas más ambiciosos del Partido Comunista ha sido el establecimiento de la educación pública universal para toda la población. En los dos primeros años del nuevo gobierno (1949-1951) más de 60 millones de campesinos acudieron a las ‘escuelas de invierno’, establecidas para aprovechar la estación de descanso de los trabajadores agrícolas. Mao declaró que una meta primordial de la educación era reducir las diferencias de clase por lo que era fundamental reducir las distancias sociales entre el trabajo manual y el intelectual, entre los residentes en la ciudad y el campo, y entre el obrero y el campesino.

VIDA CULTURAL




Las metas educativas del gobierno comunista chino han sido fomentadas por otros medios además de la educación formal. Durante la década de 1960 y la de 1970, se consideró que las obras de teatro, la ópera, la literatura popular y la música tenían capacidad de ser utilizados como elementos educativos; en 1964 la Ópera de Pekín, con una historia de 200 años de actuaciones ininterrumpidas en China, presentó el Festival de la Ópera de Pekín en Temas Contemporáneos, bajo la organización de Jiang Qing, la esposa de Mao.

Se escribieron nuevas obras que combinaban drama e ideología, con títulos como Tomando la montaña Tigre por estrategia. Se introdujeron modificaciones culturales similares en el ballet chino, donde se introdujeron elementos de bailes populares tradicionales, artes marciales, gimnasia y ballet clásico en producciones populares. Estos espectáculos se representaban no sólo en las grandes ciudades sino también en las ciudades pequeñas y en el campo.



INSTITUCIONES CULTURALES
Pekín, Shanghai y Cantón, desempeñan un papel dirigente en la cultura de China; la mayor parte de los museos, teatros y exposiciones culturales más conocidos se encuentran en estas ciudades.



Pekín sigue siendo el corazón cultural de la nación. Cerca de la famosa plaza de Tiananmen están la Ciudad Prohibida, antigua residencia del emperador convertida hoy en museo abierto al público; el Mausoleo de Mao Zedong y el Museo de la Revolución China. También se encuentra en Pekín el famoso ‘muro de la democracia’ donde se colocaban carteles y pósteres que expresaban la opinión de los ciudadanos sobre los cambios en la política gubernamental tras la muerte de Mao en 1976 (fueron oficialmente prohibidos a finales de la década).